Descripción
La menta, Mentha piperita, es una planta medicinal y aromática perenne que pertenece a la familia de las Labiadas originaria del Mediterráneo. Antiguamente ya era una planta medicinal muy apreciada y utilizada por sus cualidades terapéuticas para tratar dolencias del aparato digestivo, del aparato respiratorio o de la piel.
La parte de esta planta que se utilizada con fines medicinales es la hoja y de los principios activos de la menta podemos destacar el mentol, el cineol o el limoneno y sus flavonoides, fenoles y taninos. Todos estos componentes son los que confieren a la menta sus cualidades terapéuticas.
Usos medicinales de la menta
Menta para digestiones lentas y pesadas > la infusión o tintura de menta se utiliza con éxito para mejorar las digestiones lentas y pesadas debido a su efecto digestivo (promueve la buena digestión de los alimentos).
Menta para gases y flatulencias > gracias a su acción carminativa, la infusión o tintura de menta es un remedio natural para prevenir y aliviar los gases del tubo intestinal y la hinchazón.
Menta para el dolor de cabeza > el dolor de cabeza, ya sea migraña o jaqueca, puede estar ocasionado por cientos de causas diferentes. Las malas digestiones y el mal funcionamiento de nuestro sistema digestivo es una causa del dolor de cabeza o cefalea. La menta es una planta medicinal que puede prevenir y aliviar los dolores de cabeza cuyo origen está en una mala digestión.
Menta para la fatiga > esta hierba medicinal se utiliza para combatir la fatiga mental y física e incluso para los periodos de convalecencia. Al tener acción estimulante resulta ser un remedio natural muy útil para mejorar estos casos.
Menta para tos, bronquitis, gripe y resfriado > la menta tiene efecto descongestionante, expectorante y antiséptico, una combinación de propiedades medicinales excelentes para mejorar los síntomas de bronquitis, gripe y resfriado de forma natural. Otra gran cualidad de la menta es la de aliviar la tos incluso si hay espasmos.
Menta para los hongos de la piel y uñas > una de las acciones de la menta es antifúngica, es decir, que elimina los hongos. Para estos casos se aplica de forma tópica un emplasto con menta o bien aceite esencial de menta mezclado con un aceite base si es en la piel (dermatomicosis), o se puede aplicar el aceite esencial directamente con un bastoncillo o gasa si queremos eliminar los hongos de las uñas (pie de atleta).
Menta para eczema, dermatitis y urticaria > la menta puede aliviar los casos de eczema y de urticaria si la aplicamos de forma tópica y local. Incluso, para aprovechar sus propiedades antisépticas, podemos utilizar la infusión de menta para limpiar heridas y picaduras de insectos y para aliviar el picor de éstas últimas.
Menta para neuralgias > los dolores cuyo origen son de tipo neurológico pueden ser aliviados con la menta y se puede usar tanto de forma interna (en infusión o tintura) como de forma externa (uso tópico con aceite esencial o con cataplasmas).
Menta para la inflamación y el dolor > para casos de golpes, esguinces, torceduras, y también pueden aprovechar su acción antiinflamatoria personas con artritis y en general con dolencias agudas y crónicas que incluyan la inflamación como síntoma o consecuencia.
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